Hilos Tensores

La flacidez facial es uno de los signos que más nos preocupa. Con el paso del tiempo sufrimos una disminución de las fibras de elastina y colágeno que son los responsables de proporcionar elasticidad y resistencia en los tejidos.

Además existen otros factores que precipitan la temida flacidez como el fotoenvejecimiento, el tabaquismo, la predisposición genética, las pérdidas de peso aceleradas o una vida sedentaria. 

En la actualidad hay muchos tratamientos para combatir este problema. El más conocido es el lifting pero no todo el mundo está dispuesto a pasar por quirófano por lo que una muy buena opción son los hilos tensores. Los hilos tensores o tratamiento también conocido como Foxy Eyes reafirma la piel estimulando los tejidos internos sin dolor ni cirugía.

¿Qué son los Hilos Tensores?

Los hilos tensores son filamentos del grosor de un cabello y fabricados con materiales biocompatibles. El más habitual es la polidioxanona (PDO), un material reabsorbible, antialérgico y muy utilizado en las suturas de cirugía cardíaca. Nuestro cuerpo los reabsorbe entre 6 y 12 meses dependiendo de su grosor.

¿En qué consiste el tratamiento?

El tratamiento con hilos tensores o también llamado “Foxy Eyes” consiste en la colocación de estos hilos dentro de la piel mediante una aguja muy fina y formando una especie de malla, unos hilos en una dirección y otros cruzados en sentido contrario. Tensan la piel gracias a la estimulación de la producción de colágeno y recolocan los tejidos. 

Los resultados son progresivos y logran un efecto lifting muy natural, no cambia la expresión de la cara tras el tratamiento y mejora la calidad de la piel. 

Tipos de Hilos Tensores. ¿Dónde se utilizan?

Hilos tensores PDO

Están indicados para casos de flacidez muy leve. Su efecto tensor se consigue por bioestimulación, pero no ejercen tracción mecánica. Producen una fibrosis que hace que se revitalice la piel temporalmente, y se introducen con una aguja guía.

Hilos tensores espiculados

Sirven para tratar flacidez moderada. Estos hilos faciales, se introducen con una fina cánula y quedan sujetos gracias a las espículas. La fibrosis que genera el hilo es la que crea el efecto.

Ambos hilos tensores funcionan creando una malla bajo la piel que estimula la producción de colágeno. 

Hilos tensores de ácido poliláctico

Consigue una tracción mecánica que, literalmente, tira de la piel hacia arriba. Se logra porque cada hilo lleva un pequeño cono en el extremo y durante el trayecto del hilo, se quedan anclados al tejido. Estos hilos faciales también son reabsorbibles. Este tipo de hilos trata el descolgamiento moderado y el efecto tensor es mayor que en los de polidioxanona (PDO).

¿Cuándo son visibles los resultados?

El efecto tensor es visible desde el primer momento pero la mejoría aumenta en los primeros meses cuando se suma la estimulación de colágeno.

¿Cuándo son visibles los resultados?

A partir de los 25 años en adelante según sea considerado en criterio de inclusión y el tipo de necesidad de la paciente.

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