No solemos dar importancia al envejecimiento prematuro. Un proceso que poco a poco va perjudicando nuestra salud, en especial la de nuestra piel.
Causas:
- Exposición prolongada al sol sin protección. Los rayos solares con moderación tienen múltiples beneficios para la salud y también para la piel. Pero si tomamos el sol de manera excesiva y prolongada a lo largo de los años y sin ningún tipo de protector solar, estamos dando paso a radicales libres que, entre otras complicaciones, son causa de foto-envejecimiento, manchas en la piel, hiperpigmentaciones, o enfermedades más graves como el cáncer.
- Fumar y consumo de alcohol no moderado: El humo de los cigarrillos contiene radicales libres que nuestra piel absorbe y que provocan envejecimiento prematuro del cutis, entre otras problemáticas. Así mismo, el consumo no moderado y excesivo de alcohol acelera el envejecimiento de nuestra piel.
- Una mala alimentación: Una dieta en la que predominan los alimentos refinados, ultra procesados, fritos y con altos niveles de azúcar y grasas saturadas.
- Falta de descanso y de horas de sueño. Durante las horas de sueño activamos la regeneración de las células. En caso de no descansar adecuadamente ese proceso se ve alterado o parado impidiendo su regeneración.
- El estrés y/o ansiedad mental: Llevar un ritmo de vida estresante y los desequilibrios emocionales son de una importancia pocas veces tenida en cuenta.
- Contaminación atmosférica/polución: La mala calidad del aire que respiramos está directamente relacionada con este deterioro, porque es la causa de que el organismo no reciba el aporte de oxígeno que necesita.
Prevención:
Para prevenir el envejecimiento prematuro, además de evitar las causas indicadas (en los casos que podamos pues la contaminación atmosférica es un elemento externo a nosotros como individuos, no así como especie), la Medicina Estética nos brinda la posibilidad de:
- Tratamientos de hidratación, regeneración y protección de nuestra piel. Si importante es el uso de cremas hidratantes, más importantes y básicos son los diversos tratamientos que, sin necesidad de cirugía y con técnicas ambulatorias, hidratan y recuperan la salud de nuestra piel con muchísima más fuerza, profundidad, intensidad y duración que las cremas hidratantes.
Botox® : El Bótox® o toxina botulínica, es el tratamiento de estética facial recomendado para eliminar o atenuar temporalmente las líneas de expresión situadas en el tercio superior del rostro: entrecejo, la región central de la frente y las “patas de gallo”. Es el tratamiento que mejor resultados da por sus propiedades y potencia de acción. Asimismo, es muy utilizado como tratamiento preventivo a la aparición de futuras arrugas.
Hidratación profunda: La hidratación profunda con ácido hialurónico Volite, eleva la hidratación de la dermis generando luminosidad y suavidad en la superficie de la piel en forma inmediata consiguiendo que tu piel luzca plenamente revitalizada y llena de energía.
Peeling químico: Se trata de un tratamiento para revitalizar las capas más superficiales de la piel con el propósito de reparar múltiples defectos de esta, como acné, manchas, arrugas poco profundas y marcas. Dejando el rostro con un aspecto mucho más hidratado, esponjoso y atractivo.
Hidroxiapatita cálcica: El rejuvenecimiento facial con hidroxiapatita cálcica es un tratamiento basado en Ácido Poli-L-láctico que funciona en lo profundo de la piel para ayudar a estimular la producción de colágeno directamente. Hidratación en grado máximo.
Hilos tensores: La flacidez facial es uno de los signos que más nos preocupa. Con el paso del tiempo sufrimos una disminución de las fibras de elastina y colágeno que son los responsables de proporcionar elasticidad y resistencia en los tejidos. Además existen otros factores. Los hilos tensores reafirman la piel estimulando los tejidos internos sin dolor ni cirugía.
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