¿Qué es el efluvio telógeno? Causas y Soluciones
Se trata de una de las caídas más frecuentes de cabello solo por detrás de la alopecia androgénica. Pero, no te alarmes si sospechas que puedes padecerlo: aunque la caída de cabello es acusada, si se ponen las soluciones adecuadas, la pérdida puede ser reversible
El efluvio telógeno es una alteración del crecimiento del pelo que se suele manifestar con una caída difusa. Suele afectar sobre todo a las mujeres, que pierden cabello en la región superior de la cabeza (zona frontoparietal), aunque también puede afectar a zonas laterales y zona posterior.
Hay dos tipos de efluvio telógeno: el agudo y el crónico. El primero hace referencia a una caída temporal, limitada en el tiempo, y que resulta reversible. Con frecuencia se da en mujeres jóvenes, aunque también pueden padecerla hombres. Por otro lado, el efluvio crónico debe suponer una caída continuada a lo largo de al menos seis meses. También es más frecuente en mujeres jóvenes, aunque puede presentarse en edades más maduras.
El efluvio telógeno se manifiesta con una pérdida de densidad en el cabello, que empieza a clarear por las zonas antes mencionadas.
Causas del efluvio telógeno
Puede existir una combinación de múltiples causas o sólo darse una.
- La causa principal del efluvio telógeno en mujeres son las alteraciones hormonales vinculadas a la cantidad de estrógenos, así como los problemas de tiroides y los déficits nutricionales (falta de vitamina B12, de ácido fólico, de vitamina D o de hierro o de zinc). A esto hay que añadir las dietas muy restrictivas y un consumo bajo de proteínas como posibles desencadenantes.
- El estrés también puede ser la causa principal en muchos casos de efluvio telógeno.
- Durante el embarazo y el postparto es común. La gestación aumenta las posibilidades de padecerlo, si bien suele remitir pasados unos meses. La razón es que después del parto los niveles de estrógenos disminuyen, por lo que el cabello pierde vitalidad y empieza a caerse.
¿Cuánto tiempo dura el efluvio telógeno?
La duración depende de si es agudo (se produce durante un período corto) o un efluvio telógeno crónico (se prolongan hasta los seis meses).
Es decir, el efluvio telógeno agudo supone una caída difusa, reversible y brusca, si la comparamos con la de la alopecia androgénica. La caída puede ser total en apenas 12-14 semanas. Es una respuesta del folículo a varios tipos de estrés, y su intensidad dependerá de la gravedad y la duración de la causa.
Por su parte, en el caso del efluvio telógeno crónico, la caída puede sucederse, con pequeños cambios, a lo largo de años e incluso décadas.
Tratamiento y recuperación
Gracias a los avances que se están logrando en la investigación en la lucha contra la alopecia se han desarrollado múltiples opciones para tratar de mantener y fortalecer el cabello que son de especial utilidad para afrontar un efluvio telógeno.
Pero, lo primero, es corregir los problemas que puedan provocarlo: el estrés, los déficits nutricionales o los desajustes hormonales. Solucionado esto, no siempre es necesario un tratamiento como tal, puesto que el cabello se puede recuperar una vez se elimina la causa que ha provocado su caída.
Asimismo, siempre es recomendable tener una alimentación equilibrada que solvente los déficits, de haberlos, así como trabajar en la reducción efectiva del estrés y en la práctica de ejercicio físico regular. Con estas medidas aumentarán las posibilidades de restablecer antes el ciclo de crecimiento del cabello.
A esta tarea de cambio de hábitos hay que añadir tratamientos capilares y farmacológicos como los siguientes:
- Factores de crecimiento. Es un tratamiento que utiliza la sangre del propio paciente para fortalecer las unidades foliculares del cuero cabelludo. Se consigue con ello la regeneración de los tejidos, y se retrasa el envejecimiento capilar, a la vez que se evita el debilitamiento y la pérdida de brillo del cabello. Es decir, con este tratamiento se consigue un cabello mucho más joven, se frena la caída y se logra que vuelva a crecer.
- Mesoterapia capilar. Con la administración subcutánea se logra activar biológicamente las células de las unidades foliculares. Así se promueve la producción de cabello de más calidad.
- Minoxidil (tópico u oral). Este medicamento tiene un potente efecto vasodilatador que fortalece el cabello existente y estimula el crecimiento de nuevo. Es muy importante, para aprovechar todas sus ventajas, ser constantes con el tratamiento y seguir las pautas del médico. Si paramos el tratamiento perderemos los beneficios obtenidos hasta entonces, y habría que empezar de nuevo.
- Dutasteride. Con este medicamento antiandrógeno se logra engrosar el cabello y frenar su caída. Se administra por vía oral o tópica en forma de crema, loción y microinyecciones. Para potenciar sus efectos es recomendable someterse también a tratamientos capilares como la mesoterapia capilar o el Plasma Rico en Plaquetas (PRP). Una acción similar se obtiene del Finasteride (oral o tópico), un medicamento antiandrógeno que solo inhibe la enzima 5-alfa-reductasa de tipo II, a diferencia del Dutasteride, que bloquea los tipos I y II. Esta enzima es la responsable de la caída del cabello.
- Complejos vitamínicos. Si la causa detrás del efluvio telógeno es un déficit nutricional, el médico puede recetar complejos vitamínicos para mitigarlos y que se sumen a otros tratamientos anteriormente mencionados.
Como puedes comprobar, las causas del efluvio telógeno son fáciles de tratar, sobre todo si se trata de casos agudos. Siempre deberá realizar el diagnóstico un médico especialista haciendo una exploración médica con un dermatoscopio de mano y una serie de preguntas que le permita conocer el estado particular del paciente, para determinar la causa de la pérdida capilar y así diseñar la solución.
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